“El basural está hace años. Se intensificó en el gobierno de (Carlos) Urquiaga, pero ya venía de antes. Lo que pasa es que costaba mucho identificar de donde venía esa basura hasta que los vecinos nos pusimos un poco más alertas y empezamos a ver los camiones, de dónde venían, una vez que muchos vecinos sacaron fotos. Vimos que no sólo eran de otros municipios y gente los que tiraban sus desechos ahí. Al principio eran camiones sin identificar, después eran ya camiones que identificaban al municipio de José C. Paz”, relata Sandra Ramírez, recordando la historia de una de las problemáticas que más la afectan en su vida diaria.
Pero no es solamente ella quien padece esta problemática. Los basurales a cielo abierto en José C. Paz son uno de los problemas que arrastra el municipio hace ya varios años; son “moneda corriente” para los vecinos paceños.
En el caso del Barrio Providencia, el basural comenzó a surgir en el año 1970, cuando la fábrica metalúrgica del vasco Amable Álvarez Vázquez dejó de funcionar en el lugar. Desde ese entonces, el edificio quedó en ruinas y lo fueron demoliendo poco a poco. 47 años más tarde, en el mismo predio, “funciona” un basural a cielo abierto.
La existencia de este basural no indigna a los vecinos de la zona solamente por el hecho de que exista, sino porque es el mismo municipio de José C. Paz el que deposita residuos en ese lugar. Los primeros registros que evidencian este hecho son de julio del 2013. En aquel año, camiones pertenecientes a la municipalidad tiraron agua contaminante en el predio. Este suceso fue registrado por niños que estaban jugando a pocos metros del lugar.
Una de las mayores causas que provoca la existencia del basural es la ineficiencia del sistema de recolección de basura del distrito. A los reclamos del Barrio Providencia, se les suman muchas otras voces de vecinos de todo José C. Paz que manifiestan que la municipalidad no gestiona correctamente los residuos. Los paceños no están exigiendo que se aplique un sistema de recolección diferenciada de residuos, como lo hacen municipios aledaños, que diferencian materiales reciclables y no reciclables. Ellos simplemente solicitan que les garanticen que el camión recolector recoja la basura de sus hogares. Este pedido es respaldado legalmente por la ley 25.916 (ver Ley de Gestión de Residuos Domiciliarios) que toma en consideración diversas etapas: generación, disposición inicial, recolección, transferencia, transporte, tratamiento y disposición final. De las siete fases mencionadas, el municipio no está cumpliendo eficientemente con las últimas cinco, es decir, con todas las instancias de las cuales es responsable.
Como lo demuestra un análisis realizado en 2005 por la Universidad Nacional de General Sarmiento (ver Diagnóstico Ambiental del Partido de José C. Paz), los camiones recolectores de basura de José C. Paz no pueden dar abasto a la cantidad de habitantes y hogares que viven en dicho municipio. Esta puede ser una de las causas por las cuales los camiones no transitan por todas las calles de José C. Paz. Aunque, como afirma Omar Foresti, vecino del barrio, “no nos incluyen porque es asentamiento”. El vecino, que pertenece al Centro Comunitario Providencia, comentó: “acá los camiones son de la municipalidad. Nosotros una de las peticiones que teníamos, era que incluyeran dentro de la cuadrícula el asentamiento. Otra que tenés, es que pongan contenedores y la gente pueda ir y llevar ahí la basura que tiene”. Pero es al día de hoy que la situación de los vecinos no ha cambiado.
En una entrevista realizada por la Universidad Nacional de General Sarmiento a Hugo Porta, responsable del Área de Recolección de Residuos de los barrios de José C. Paz en el año 2005, este declaró que “la recolección de residuos no debería tener ningún tipo de irregularidades, recayendo la existencia de los residuos solamente sobre la irresponsabilidad de los vecinos que no utilizan debidamente el servicio de los camiones que recorren periódicamente las calles de los barrios”. Esto fue reafirmado por Oscar Pérez, que formaba parte de la Dirección General de Acción Política y Relaciones Institucionales, quien aseguró: “José C. Paz es una zona que cuenta con una eficiente recolección de RSU, ya que se desarrolla todos los días, menos los sábados. Este municipio no tiene zonas críticas para la recolección de basura”.
Doce años más tarde, son numerosos los vecinos que reclaman que el camión recolector no pasa por sus casas y, lo que es aún peor, muchos afirman que los recolectores les demandan dinero a cambio de retirarles sus bolsas de residuos.
Las calles de tierra que se inundan los días de lluvia, la escasez de camiones y la inseguridad son algunas de las causas por las cuales los camiones recolectores no cubren todas las cuadrículas del distrito paceño. Sin embargo, estos no pueden ser motivos por los cuales el municipio no brinde una solución adecuada a esta situación. En algunos puntos del partido, se colocaron volquetes donde los vecinos pueden depositar sus residuos. Esta gestión, que se ha implementado en pos de la nueva campaña por un “JCP LIMPIO”, aún no cumplió con sus objetivos principales. Al menos en el predio donde se encuentra el basural del Barrio Providencia, que forma parte de ese “JCP”, todavía hay una gran falta de mantenimiento y limpieza.
A su vez, al dar continuidad a esta problemática, el municipio de José C. Paz no sólo atenta contra el derecho a un ambiente sano para los vecinos (ver Art. 41 de la Constitución Nacional) sino que también incumple las normativas para el cuidado del medio ambiente. Como establece el Consejo Federal de Medio Ambiente (ver Ley General del Ambiente), la municipalidad tiene como deber el gestionar y destinar los debidos presupuestos para el cuidado del ambiente. Además, es responsable de las acciones preventivas y correctivas respecto a los residuos. En el caso del basural en cuestión, ya es (47 años) tarde para tomar medidas preventivas, pero nunca lo será para efectuar acciones correctivas para erradicarlo.
En síntesis, la municipalidad de José C. Paz está ligada de forma contundente al basural a cielo abierto que se encuentra en el predio abandonado en el Barrio Providencia. No solo depositó basura y agua contaminada en el predio en el año 2013, sino que continúa deshaciéndose allí de ramas y escombros. La problemática empeora, principalmente, porque la recolección de residuos municipal es ineficiente en su labor en los barrios. La falta de pavimento, veredas, iluminación, control y seguridad agravan la situación aún más.
Son muchos los vecinos que luchan por la erradicación del basural. Son muchos los vecinos que reclaman mejoras en su calidad de vida. Son muchos los vecinos que sueñan con tener una plaza y un espacio verde para disfrutar. Quizás, en un futuro no tan lejano, puedan obtener lo que están buscando hace 47 años.